¿Qué
hay más sagrado, qué hay que esté más protegido por todo tipo de bendiciones
que la casa de un ciudadano? Dentro de ella están los altares, sus hogares, sus
dioses domésticos, su religión, sus devociones, su ritual; es un santuario tan
sagrado para todos que es un sacrilegio arrancar de ella a su propietario.
MARCO
TULIO CICERÓN (De domo sua XI. I. 109)
NO TODO ES CUESTIÓN DE DINERO,
SEÑORES DEL GOBIERNO